miércoles, 19 de agosto de 2015

Brücke

No te voy a pedir perdón.
Me ha sonado amarga tu voz
esta mañana,
por debajo de la puerta.
Estaba de oferta,
pero no estaba
en casa
de esa rubia de cara veloz
y de puertas abiertas.
No.
Tampoco te voy a pedir
que vuelvas mañana,
pero tengo otra oferta esta semana:
Voy a romper mi puerta en mil pedazos
i rre gu la re s
para que te cueste tanto hacer el puzle
como me ha costado a mí
echarte de menos.
Vas a olvidar que tengo un nombre
y una casa
que nada tienen que ver con tus entrañas.
Vas a ver que, libre, tú también me extrañas.
Me coloreas de nada. O de todo.
Voy a meterle
un gol
al arcoíris,
vas a morir de angustia
en mi pelo mojado,
vas a quitarte el velo
para volver a la vida cruda,
al frío del suelo.
Vas a volver a dar cuerda
al reloj que nunca funciona.
Pero esta vez vas a tocarle al tiempo las alas.
Créeme.

No hay comentarios:

Publicar un comentario