sábado, 30 de mayo de 2015

Ele

Nunca quise decírselo. Siempre temí que aquella pregunta fuera para ella el primer indicio de infidelidad, de desamor, de abandono. Y no lo era, no. Claro que no. Una puede abandonar un capítulo, un capricho, una canción. Una puede olvidar un beso que le ha partido la mano en dos, matar un tallo, quemar una mirada. Pero arrancarse la mitad del corazón sonaba demasiado doloroso.
Sin embargo, aquel día lo hice. Le pregunté.
Tiempo simple. Sincretismo.
Futuro perfecto, condicional compuesto.
Compuesto por su mirada irritante y encantadora.
-No irás a hablarme de irregularidades,¿verdad...?
Rompí.
-¿Por qué "amar" es regular? Todo amor sufre el más duro cambio, todo en el amor es el giro más brusco del peor sistema, todo en el amor es cualquier cosa menos línea recta.
-Sabes que no podemos ser como ellos. Que me llevas escondida. Sé que sabes que siento.
Sabes que sé que te amo a ti con la mejor de mis regularidades.
-Mientes.
-"Mentir" es irregular.
-¿Acaso aciertan cuando dicen que no eres humana, que naciste antes que todos nosotros, que ya nos conoces...? Nos conoces a todos. ¡Vive entonces con nosotros! Ama entonces conmigo.
Respiré. Forma irregular de verbo regular.
Y entonces, sin más, me dijo la Gramática:
-No hay verbo más irregular que el que a todos más nos duele.
-"Amar" debería serlo.
-"Ser"
-¿¡Acaso no se es sino amando!?
-"Ser"
-¿Qué he de hacer?
-"Ser"

Mond

Nada saben de luz
las piedras cortadas por acosadores,
el puente recto que persiguió una cifra,
las farolas que lloran naranja pomelo.
Solo Ella, cansada
de admitir
en silencio
que no es muda,
que si está sola
es porque tiene en su cuello
un collar de polvo de galaxias
-energía oscura-,
solo Ella
puede no apagarse.
El Tiempo la dejó
embarazada;
en aquella canción, pariendo
secuestró a todos los niños
que cantaban.
Ahora, esta noche,
a dos niños que la contemplaban
se les oye, con voz
de futura inocencia deseada:
"la Luna nos está persiguiendo"

Margen

Las horas en que nadie existe
las escoge mi lado gris
para cambiar mi cara:
me arrastra el papel hacia el paseo
con la correa inventada de la soledad:
vamos juntos afuera.
Los ojos negros
que viven tras las ventanas
de esas cocinas
donde chilla el aceite marrón,
gritan en hojalata
sueltan la basura
como una venganza.
El misterio sucio de sus noches
querría atarme a sus camas,
amarrarme a los labios
más afilados de la tribu.
Me atraviesan entonces con la mirada,
me alzan la mano, me enfrentan a un cuchillo.
Como si no pudieran
con su sueño oscuro
adivinar
que si estoy sola
es porque también lo soy:
de ojos negros,
marginal.

Tormes

    "Y cuando el Sol al acostarse encienda
      el oro secular que te recama,
      con tu lenguaje, de lo eterno heraldo,
      di tú que he sido"

                                    Miguel de Unamuno


No sé, Tormes,
si me preguntas
si me afirmas
si me niegas.
Tan inquieto esta noche
no podrás verme:
seré invisible, aquí,
entre estas hojas secas.
Para un segundo.
Espérame, no huyas.
Vine por él,
vine por ese recuerdo
que tus aguas no borraron.
En su regazo, abajo,
en el tuyo, si quisieras,
susúrrame, por favor,
qué debo yo susurrar
a quienes me hablan:
dime
quién he sido,
quién seré,
quién soy.

Distorsión

El globo no llega al techo
y le sopla ella, sin ánimos,
para que dé media vuelta.

jueves, 28 de mayo de 2015

Esquina

Si alguna vez, dormida,
vuelves la cara hacia mi rincón favorito
de tu triángulo de ideas,
se abrirán tus ojos, ilusos
de soñar que sueñan
con mi geometría abstracta.

Gélido

Siempre me sabe todo
a prisa.
Aprisa
vístete, desnúdate,
muere, resucita;
vive
aprisa.
Pero el río, el humo
el viento
me dicen con ternura
que aunque ellos corren,
avanzan, cantan, vomitan,
se ahogan,
saben hacerlo
al ritmo del Sol.

Simple

Y ahí siguen.
Ahí, aquí. 
Aquí dentro.
Los paradigmas verbales, las fuerzas del público, las murallas de las ciudades, las flores de un jardín con una hierba que jamás volveré a fumar. Los contrastes. Las veces en que me perseguía el calor subiendo la calle, las habitaciones prohibidas del cerebro donde guardamos, bajo llave, las fantasías cosidas con hilo las noches claras, los piropos que no echamos a unos ojos que se merecían una antología, de esas que luego tienen un título del que todos pretendemos huir.
Los misterios. Las veces que conseguimos pisar más fuerte que el insomnio, las raíces cultas, las palabras patrimoniales, los arcos perfectamente construidos de la catedral que tenía esa vidriera que nos guiñó un ojo aquel verano. Las batallas que perdimos, las letras de los periódicos que difuminamos con nuestra indignación e impotencia, las motas de polvo a las que salvamos la vida abriendo la ventana de madrugada.
Y aquí seguimos, nosotros.
Encerrados con el tiempo en esta balsa mal cortada con paredes transparentes.
El tiempo nos empuja, como un mal compañero. 
Siempre confiamos en él para que nos sacara de esta cárcel.
Siempre le confiamos nuestros mejores secretos al oído.
Y al final nos ha cogido cariño. Nos quiere regalar un poco de eternidad.
Y es entonces cuando vivimos. A costa de su empatía, abrimos los ojos, vemos que hay tantas montañas a las que aún no hemos subido, tantos labios perdidos, tantos caminos,tantas bibliotecas, tantos relojes, tantas máquinas que se tragan nuestros recuerdos.
Nos lleva después el tiempo de copas, y nos emborracha con la idea de progreso. Bajo el efecto de las drogas afirmamos tener la nueva y definitiva solución para romper las rejas de esta jaula; bajo el cielo de la noche nos deja el tiempo besarle el cuerpo etéreo y vaporoso.
Pero después, llega el día. Y seguimos.
Seguimos recordando que teníamos caricias guardadas en armarios a los que han dado fuego, seguimos llorando en medio de una hoguera que no nos hace cenizas, que nació de un reflejo que nos regaló la vida y nos quemó los ojos.
Entonces gritamos, como a contracorriente, e intentamos salvar nuestras costumbres, aquellos orgasmos, el olor a naranja de unas manos invisibles que se colaron en nuestros bolsillos.
Pero para ese momento ya estamos todos solos.
Y, al final, eso es la vida:
una sola y única flecha envenenada
que nos apunta con una pasión continua intermitente.

miércoles, 20 de mayo de 2015

Plenitud

Colgada de una vela
hace sombras bipolares
en la sala,
se balancea su pecho
su cabello;
sus dudas
las esparce
y nadie las atrapa.
Nadie consigue atraparla a ella:
la Suerte
de nuestra vida.

miércoles, 13 de mayo de 2015

Lumen

Bajo mi balcón
aún en frío, cerrado,
abres tu cabeza
y coloreas
con tu
encanto
escondido
las alas de los insectos
que vendrán después
a privarme
del sueño.

Elipsis

Morfo cero de tiempo
y modo
en que me pierden
tus labios.
Amor sin paréntesis
pasión conmutada
ternura elevada al cubo.
Vector torcido por donde
sin temor resbalas.
Química lenta y nerviosas partículas
que se rozan,
prolepsis retardada de una tarde
de junio;
en un accidente de tráfico
por el camino de la perfección y el polen
se chocan las sangres gemelas
con el cristal
de la amargura.

Esfera

      Tem

git             pus

        fu

     (tópico)


        Car

em             pe

         di

 (ensalada de
    fonemas)

         Esta
                noche
                          dime
                                   que

         soy

un tallo quebrado
cuyo crujir deseas palpar,

       la
       savia
       que
a  l  i  m  e  n  t  a
  tusimpulsos
    tus leyes

tu boca                     y

          tal vez

Esta tarde dime
que adoras mi mala letra
que ardes
que enloqueces

Que vives.

lunes, 11 de mayo de 2015

Zwang

Hacer estallar tus dientes
en un intento de transformarlos
en polvo de estrellas;
dejar que las marañas de tu ventana
me acuchillen, despierta.
Entregarme desnuda
al confuso despertador
de la música romántica.
Formas jodidas
que tiene el eterno retorno
de decirnos que no existimos
más que para sentir.

jueves, 7 de mayo de 2015

Liquor

Hágala pasar.

Contemple su estantería de trofeos.
Limpie con cuidado sus ojos
si es que destilan zumo de pomelo negro
recordando galerías y suertes hace años premiadas.

Arroje el paño al suelo.Tómela de la mano.
Cierren la puerta.
Una vez encerrados en su propio matadero,
véanse reflejados en el oro falso de una copa,
sáquenle brillo a la estatua de mármol,
coloreen la sonrisa de la muñeca de porcelana
bien vestida, de edición limitada.

Hágala horizontal en la cama.
Rócela con la frente
para que hagan contacto las neuronas,
para que mueva la magia sus fichas,
para que los recuerdos tengan ya construido el puente.

Ahora abran el piano
que espera, corazón abierto
en la esquina de la habitación.
Escuche cantar a sus venas,
que turbulentas trinan tranquilas el mismo tango
que la llevó a sus brazos aquella madrugada.

Siéntala de nuevo entre sus dedos.
Siéntela otra vez en en su regazo.
No le haga más amor que el que puede gastar,
no sea que se acabe, en un respiro
el depósito nunca recargado de mariposas.

Maten de un tiro todos los trofeos,
quítenles la vida y la cobertura dorada uno a uno.
Vayan entonces a sufrir junto al piano.
Digan "orgasmo" en voz alta
y sean consecuentes con lo que pronuncian;
hagan feliz al piano
y griten, sin ropa, que la poesía es el único premio
que jamás les han concedido,
y la música, el único amor
que no consumió jamás de los restos.

martes, 5 de mayo de 2015

Verba

Silencio sepulcral.
Recordé que habías marchado
envuelto en llamas  el toldo amarillo
por el tejado, una tarde de verano.

Cogí las riendas, hice rodajas
un limón,
pinté de traición las rejas de mi cuerpo,
de un color,
de uno de esos días translúcidos.

Pensé. Dejé la tinta ir por la ventana.
Un futuro imperfecto corría la cortina,
una lista imperfecta saltaba a mi vista.

Me olvidé. A mí misma.
Me olvidé después de ti.
El pretérito anterior
me sabía a pregunta.

Pero entonces
me pregunté. A mí misma.
Pregunte:¿Yo? Y nadie contestaba.
Nadie era el "yo" que yo nunca había sido.
Me había caído un papel del cielo,
me había tocado ser la protagonista.
Era un día de suerte.
Era un ataque de lluvia vital eterna.

Corrí por ella.
Un futuro perfecto
no me asaltaba
con su duda continua
de incertidumbre.
No lo hacía.
Solo me esperaba,
transparente.

lunes, 4 de mayo de 2015

Vanidad

Los amantes
en el suelo negro pulido
dibujando con sal
una puesta de sol en negativo.

viernes, 1 de mayo de 2015

I latina

Protegidos por una escolta
de finas hebras negras de noche,
han salido a mi encuentro, como en círculo,
esos ojos ilusos color de tierra.

Sobre algunos libros de idiomas y álgebra
ya había llorado yo antes
la intermitencia
de unas galaxias paralelas.

Hojas de cuadernos y muecas de amigos
detenían mi impulso;
me frenaban y avivaban
la llama
a la vez.

"Ni aunque montañas de libros
ayuden a mi melancolía
a atraparme entre mis propias páginas",
me dije, sonriendo.

Con esa sonrisa que había memorizado
mi locura;
con esa vida interna renovada
que había aprendido y ensayado ya
hacía mucho tiempo.