sábado, 27 de diciembre de 2014

Dirección

Hacia ella,
la forma fónica del marcapáginas,
la punta entreabierta cuya llave no encuentro,
la cascada de las doce de la noche,
la chispa del estudio del tiempo,
la carne de alas de pájaro
que siente sin cobijo,
la marea del precipicio
por donde voy a caer en picado.
Hacia ella.

miércoles, 3 de diciembre de 2014

Temblor

28 de noviembre de 2014

Antes de jugártela encima de la mesa,
antes de hacérselo encima del baúl
de dudas.
Antes de sonreír, antes de llevarme al abismo,
de tirarme al suelo,
de quitarme el adorno
y de dejarme sin armas ni anáforas,
antes
tiémblame, que entonces sabré
si te bebo
o te derramo.

Praxis

27 de noviembre de 2014

Me respiro de cerca,
te encierro en la tensión
de no poder verme
en mis peores momentos.

Fallar ya no asusta,
crecer ya está mal visto:
cuéntame por dónde vuelas
y te diré
cómo te siento.

Personificando

El árbol quiere mentir
pero no oculta que el otoño
es la dama que le hace llorar
todas sus hojas.
¡Quién fuera sauce
para poder dar en mano
-y en efectivo-
todos los mejores poemas
de amor y suspensión...!

Espejo

No sabemos
si el té de melocotón
combina con el guiso de ternera,
si el azul a cuadros
se lleva bien con las gabardinas.
No sabemos si abrimos bien un día
hasta que alguien nos abre una puerta,
o si cerramos bien una madrugada
a menos que un beso nos cierre el puño,
o si hemos olvidado
el verdadero significado de las palabras...
Tampoco sabemos
cambiar de hoja
cuando el café nos mancha unas líneas,
ni coger a Diciembre de la mano
para que, por fin, sea un niño mayor.
No sabemos
a qué sabemos,
pero lo que podemos afirmar
es que hay dedos y hay momentos
que nos rozan la piel muerta
y la hacen resucitar ante nuestros ojos.
Eso nos encanta.
Siempre nos ha encantado.

Fenómeno

Me encantas.
No hablo de que te quiera,
de que me guste cómo sonríes,
de que seas una obra de arte.
Digo que me encantas;
por los polvos
-mágicos-
que inhalo
cuando respiro desde tus hombros,
por el balanceo y el mareo
que nos droga y nos sana
desde la balsa de la ciudad,
porque tú también eres mago
en este lugar hiperbólico
pleno de fenómenos.

sábado, 22 de noviembre de 2014

Ella

22 de noviembre de 2014

   Aquel día en que la Biología y la Genética hicieron de las suyas sin que yo, aún sin voz, pudiera darles las gracias, no estaba muy lejos de aquel otro en que descubrí que los sonidos -también las letras y los ojos grandes- me hacían enloquecer mucho más que cualquier parque con columpios, me trataban como un enamorado celoso que cuida el papel en que le han escrito una carta. La esencia del semitono ya me había tocado un trocito de vida, ya estaba aquella pequeña inquieta en brazos de la polifonía, presa y libre a la vez.
   Después llegaron las primeras instrucciones sobre cómo ese supuesto remolino de mordentes, de azúcar en la voz y en las muñecas iba a llevarnos a la cima, y fue entonces cuando empezaron a intentar -en vano- sostenerme en la red de los que piensan que sólo con  metrónomo funciona el Arte, si bien no creía en los lazos sueltos ni en las sonrisas falsas.
   Mi padre convertía la cocina en una sala de conciertos, mi madre y mi hermana daban aliento al pobre fuego de la chimenea. En mi sala del violín, mi segundo dormitorio, pasé menos horas de la cuenta, y Ella me lo cobraba caro: me hacía llorar y me empujaba hacia el abismo, pero me regalaba, después del conflicto, el clímax, para que la perdonase o quizás para que me enamorase de Ella cada vez más.
   Así, fui creciendo...Disminuyendo en prejuicios, trinando las pasiones, mordiéndome la lengua, fue avanzando mi infancia hasta toparse con la Verdad; me amenazaba y seducía entonces el rubato, el misterio entero de la sinfonía.
  ¡Yo la quería! Me daba otra visión sobre Kant, sobre el café de Sartre, me coloreaba la Revolución Francesa de azul y la americana de rojo coral, me convertía en cine lo que tan solo eran caprichos...
  "No la abandones", "no la dejes", "tienes un don", me decían Machado y Juan Ramón Jiménez. Chopin y Beethoven me miraban fijamente desde los cuadros en que, encima del piano, viven sin estar realmente muertos.
   Llegó el momento y había niebla; supe al instante de quién eran las manos que me llevaban al futuro con que siempre había estado soñando. Quizás esas manos no fueron tuyas en su mayoría, pero es posible que tú fueras toda esa niebla. Fuiste amor, fuiste familia, tardes de cualquier calibre, besos de  todos los sabores. Eres todos los países europeos, todos los poemas, el viento que me da en la cara, eres magia, eres mía.
   Eres cada pequeño cristal en que se rompen los corazones que tú misma partes pero que también reparas. Eres, de raíz y tacto, la forma más loca del Arte.

Música.

miércoles, 5 de noviembre de 2014

Maltrato

A la uña cubierta de esmalte
que se asfixia bajo un manto de estrellas artificiales.
A la suela de nuestros zapatos preferidos,
a las pesadillas de las niñeras
de las princesas de cuento.
A las cuerdas del piano,
que golpeamos, al vengarnos
por los golpes que nos da a nosotros
el invierno; al sufrir
cuando nos golpean las melodías
en el pecho.
A la cáscara de la fruta,
que vivió una vida de choques
para proteger su interior,
y aún así fue separada
de ella misma,
de lo que creía que era
su sustancia.
A las escaleras
de los centros educativos,
de los correccionales,
de las academias,
que empujaron a todos los candidatos,
que se lesionaron ellas
porque los demás llegaran arriba,
pero a quienes nadie jamás quiso
acompañar a la cima.

A todos ellos
un monumento en la Plaza Mayor
de la ciudad de los olvidados:
nosotros mismos
en nuestra dimensión menos lineal.

"Patrós"

29 de octubre de 2014

Hay palabras
que descubren el mundo moderno
por el centro de la ciudad.
Sin embargo,
al adjetivo moderno
no le ha gustado lo de salir de copas,
ni lo de salir bajo la capa
de un antiguo pensador.
El Griego moderno
no duerme conmigo
una de cada dos noches;
la vida moderna
tiene más de moderna
que de vida.
La Edad Moderna
pesa más en la cartera
que el Imperio Antiguo.
Y, ¿qué hacer
si el ánimo de la lumbre
ya no lo enciende cualquiera?
¿Qué decir
cuando unos ojos antiguos
nos miran
con filtros de mujer clara?
Pasa delante;
sigues siendo un guía
ciego
que conserva el sentido del oído y de la morfología,
y al que ahora miro con los ojos
sobre los que siempre había querido llorar.

lunes, 27 de octubre de 2014

Caso Dativo

27 de octubre

El oficio privado de detective público
está mal pagado, está en todos los carteles.
Creen los expertos en investigación
superficial
(de lo que no encontrarán jamás
en lo somero)
que podrían hacer de la intriga crónica,
de la enfermedad de los que sufren
de ardores de corazón y de dolor de neuronas,
un nuevo tratado para sus estanterías.
Si ellos no se equivocan,
entonces para qué
buscar más restos de otoño
en la suela de los zapatos.
"Para que el Mundo ame lo Efímero
y lo Eterno al mismo tiempo",
te diría una apasionada del leitmotiv,
de las bandas sonoras,
del frío que te da en la cara al pasear,
del amor de las películas.
Te diría yo.
Te diría: yo.

sábado, 25 de octubre de 2014

Mutter

   Había algo que echaba de menos en la calle las tardes en que salía de Literatura y me apetecía matar el hambre de hojas de libro que, a menudo, me invade. Había algo que faltaba en las calles comerciales los días de diario, y yo ya sospechaba lo que era, pero no quería reconocerlo por miedo, quizás, a que el tiempo me estuviera dando otro susto, otra sorpresa.
   Pero hoy era sábado, sábado por la mañana. Y, lo queramos o no,  las ciudades,  las plazas y las calles también cambian de humor, nos enseñan una cara u otra de su personalidad. Y, en contra de mi voluntad, hoy me han mostrado, finalmente, qué era aquello que echaba tanto de menos.
   Había niños en la plaza. Niños muy pequeños, bebés que aún no mastican palabras, pequeños dueños de las vidas de sus padres.
   Había niños.
   No os podéis imaginar cómo había cambiado el color de la plaza. Me daba incluso vértigo pensar en por qué estaba teniendo aquella sensación. No sé, he visto a miles de niños en lo que llevo de vida, y supongo que puede que estos días de diario se hayan cruzado muchos pequeños cerebros en mi camino, pero hoy era sábado y yo tenía la cabeza más despejada y el corazón más abierto. Y tenía más tiempo para mirar alrededor. También los padres, los abuelos, los tíos de esos niños tendrían hoy más tiempo para ponerles ropa bonita, para llevarlos de paseo, para pasar con ellos una mañana entera.
   Me daba algo miedo pensar que echaba de menos a mi familia, que me sentía mayor, que añoraba el colegio o que me daba rabia estar tan desconectada del mundo tan apasionante que es la puericultura o la psicología infantil. Pero no han sido estas las razones que me han hecho emocionarme, sino las siguientes preguntas:
   ¿Y si todos los sábados fueran soleados? ¿Tendrían esos padres la delicadeza, y no la obligación, de seguir siempre los pasos de la música clásica, de los objetos llamativos, de los libros de animalitos, para causar en sus hijos el mayor placer posible?
  ¿Y si todos los días fueran sábados? ¿Vivirían siempre todos los niños del mundo en esa especie de ebriedad sana y contagiosa que es su alegría de vivir cerca de lo divertido y lo emotivo?
  ¿Y si todos los transeúntes se  convirtieran en niños? ¿Sería capaz una sola plaza de contagiar ese calor y ese color tan llamativo a todas las calles del mundo, a todos los corazones que duermen, fríos, por las mañanas?
  La utopía y la física del movimiento de los cuerpos humanos en un mismo texto. El amor por la alegría de vivir libre y las jaulas del trabajo y la obligación en una misma casa.
  Ha sido entonces cuando me he visto en un espejo, he vuelto a ver esa cara de niña pequeña que me suelen decir que tengo, y he respirado hondo al recordar que, a pesar de todo, todas las horas que paso en la facultad, todas las páginas de los libros, las sonrisas de mis amigas o la ventana de mi habitación no hacen más que vivir en un continuo sábado por la mañana. En un día de fiesta. Soleado o lluvioso, pero festivo.

martes, 21 de octubre de 2014

Trío para dos voces y un sueño 3

3   El Sol en las entrañas

La Física y la Química
jugando juntas a asustar
a los corazones jóvenes,
no leen los carteles
ni recogen los dados del Azar
tras la partida.

Sería tan contrario pensar
que si ellas no duermen nunca
es por el falso latir de sus seguidores,
por el típico mantel
de la ciudad de las Ciencias,
por los años que nos quedan
junto a nosotros mismos...

¿Quién sabe si somos nosotros
los que elegimos al Misterio
como hijo predilecto,
o es el Misterio
quien nos elige a nosotros?

Trío para dos voces y un sueño 2

2       Esfinge que finge ser retórica

Cambió de curso el Río
pero siempre fue directo a la Mar;
dar de beber a los lirios salvajes
sólo era premiado si la intención
no era concebida como un acto serio.

Para que despierten las costumbres
sin miedo a la fiebre de la madrugada,
no hay más que romper los termómetros
que hacen de las Artes un baño de agua templada
con las sales de la Razón.

Contradicción y Paradoja
columpiándose en la balanza
del pájaro en la rama.

Trío para dos voces y un sueño 1

1        Tormenta deseada

Lucía el habla joven
de un peregrino más
que tendía a morir de amor
por no amar demasiado la muerte.

Cuando, de repente, llegó el viento
del carácter poético del otoño,
de las hojas caídas que,
con su tinte temporal,
manchan de naranja la Avenida,
y me llenó de nuevo el tórax
de fuerza y de reproches,
de ese torbellino que sólo
me hace
arrancar la tinta, y nunca los cimientos.

Nunca unos brazos tan tranquilos
me habían dado la Esperanza
en un formato tan eterno.

miércoles, 15 de octubre de 2014

Tarde o noche

O incluso otro día,
en que de golpe y portazo
que da la puerta con la corriente,
cambia el curso,
la dirección, el color
del viento.
¿Cuántas veces  habrás querido
que varíe el grosor de la niebla
sin que cambie el nombre de la estación?
El tiempo es una invención,
y la paciencia el nombre de un máster;
la incertidumbre, un error de los martes.

                                               Educación.

lunes, 13 de octubre de 2014

Tensión

   Ya había leído mucho aquella tarde; el yogur con lluvia de arándanos a veces necesita un buen libro que le acompañe. "El hecho de estar vivo exige algo...", se me hizo oír como un eco de las páginas en que estaba enfrascado, a pesar de que sabía que una afirmación tan profunda no tenía quizás demasiado que ver con el tomo de Etimología que tenía entre las manos.
  "Sí, cielo, el hecho de estar vivo exige algo, ¿qué vas a hacer tú?" , me preguntó ella con los ojos en almíbar.
  "Tomarme una cerveza, ¿te parece adecuado?". Sonreí, o más bien me reí dulcemente.
   La bandeja en que me traía un pastel y un poco de té parecía llevar también un poco de su alma y de la esperanza que ella tenía-estoy seguro- en que yo, al estar leyendo nada menos que un tratado sobre Etimología y una revista de psicología, le diera a su antojo filosófico un toque de ese tipo de magia que tanto añoran las mujeres enamoradas en las tardes de invierno.
"¿Por qué una cerveza..? ¿No crees que...?"
"Sí -le corté-, tienes razón. Partimos del alcohol en sangre en las horas de más calor del verano. Nuestro viaje por el mundo de lo eterno ya había empezado y aún estábamos separados, intentando no oír aquellos extraños consejos que nos daban personas con la cara descubierta pero el corazón tapado; si intentábamos hacer filosofía de oro, nos la cambiaban en la calle por filosofía de bazares; si queríamos Arte en nuestras vidas, se contentaban con llevarnos a un museo una vez al año. Después llegó el momento de mirar por la ventana de los autobuses y de empezar a creer en lo profundo de las libretas que llevábamos al instituto, en la vida escondida de las calles de nuestros pueblos, y de tener miedo a las cartas del Azar y no a las cartas del banco. Entonces ya sabíamos que éramos de otro planeta. Un mundo nuevo que no queríamos decorar de la misma forma que los salones literarios aunque se inspirara en ellos, un lugar al que queríamos viajar maletas de recuerdos y con fotografías de amigos de discotecas. Y hablo siempre en plural porque fue entonces cuando te conocí, cuando supe que te conocía...
   Siempre habías dormido debajo de mi cama. Hasta el día en que supe que no eras un sueño de mi locura adolescente, sino un regalo del agua de la fuente más pura que había en todos los jardines que soñaba. Y ahora vienes, tan pura por dentro y tan mujer por fuera, y esta tarde me preguntas por el sentido de mi existencia, y yo no quiero hacerte sentir como las mujeres enamoradas de las películas, sino como la única mujer enamorada de mí.
   Y te contesto que la eternidad se me escapa cuando voy a por ella, que me pueden las luces de la carretera cuando es de noche y estoy cansado, pero que este instante lo tengo aquí encima de la mesa. 
   Cuando mi condición de humano me impide salir de mis paredes de carne y hueso, a veces siento un poco de eternidad en lo efímero de lo diario, en el calor de las pequeñas cosas verdaderas, en la ilusión que despiertan en mí todas las partes de mi vida que te incluyen a ti en ella.
¿Qué tal si compartimos una cerveza y luego seguimos con la Filosofía y la Pragmática? Al fin y al cabo ambos buscamos el Amor, y para terminar amando como si fuéramos parte importante de esa gran pinacoteca que es la Naturaleza, primero tendremos que conocer bien nuestras mentes y nuestras manos. ¿Podríamos ser eternos sin servirnos en parte de nuestra condición mortal?
"¿Quién cree poder hacer miel sin compartir el destino con las abejas?"

sábado, 27 de septiembre de 2014

"De rerum natura"

Empiezo por las puntas quemadas
de los mechones negro sucio
de la mujer que pasa por debajo de mi balcón
-aún con candado-
en este domingo de distancias,

para intentar acabar
con este foco de luz de flexo
que me abduce sin ganas,
y que teme, a su vez, que gane
la batalla
de no saber si se ha perdido o se ha ganado
la vida.

domingo, 7 de septiembre de 2014

Cobardía

Poema de amor
es mi lámpara de noche
preguntando por ti.
Poesía romántica
es mi cintura
aguantando el frío del ventilador
las tardes en que no estás
para darle fuego a mis dudas.
Carta de despedida
es la euforia que desata el alcohol
cuando se inyecta en tu iris.
Si no quieres que te escriba,
no te disfraces de literatura;
no es agradable pensar
que el lápiz está siendo engañado
cuando se agita por el papel,
como un niño entusiasmado
la noche antes de una excursión

                                                   al paraíso.


"Don't forget your umbrella"

Hoy huele a septiembre
pero esta bruma ya no me mata.
Las vallas publicitarias me dan calor,
la falsa locura ha intentado seducirme más de mil veces,
los ojos sin brillo no me asustan y creo a ciegas
en las verdades del mediodía.
Tras cuatro años viviendo esta misma noche,
aunque crezca mi confianza,
sigo encerrada entre estas cuatro paredes a modo de preguntas
retóricas:
¿Quién quiere enamorarse teniendo el fuego
 en la puerta de casa?
¿Duele más sangrar mil litros de miedo
o coserse el corazón sin anestesia?
¿Se llaman casualidades o lo llamamos cansancio?
¿Qué es lo que hago mal
cuando estoy entre sus brazos?
Hoy huele a septiembre
pero esta bruma ya no me mata.

viernes, 29 de agosto de 2014

96

29 de agosto de 2014

Ella quiso volar a ras del suelo
para poder ver de cerca las raíces,
para no perder de vista a su ejército de hormigas.

Yo quise saltar en el colchón de las nubes;
y, aunque me parecía graciosa
la vida de las hormigas de color amarillo
( llegamos incluso a fingir que amábamos como ellas),
no me gustaba sentir
que todo mi cuerpo estaba fuera de su cama preferida.

Nos olvidamos de regar la cuerda
que nos mantenía unidas gracias al mundo vegetal.

Al final ambas caímos por el túnel horizontal
de la supuesta madurez,
del Ron muy caro,
de las muecas muy serias.

¿Quién salvará a quién?
Anticipo exagerado
del mayor conflicto
entre la luz de bombilla
y la de su jefe,
su líder,
su Dios.
¿Su enemigo?
El Sol.

Clave de sal y azúcar

28 de agosto de 2014

Las sextas son gente de muy buen trato:
no forman sectas,
no bailan con el pijama puesto,
se ponen morenas en la orilla.

Las octavas disfrutan de la simpleza;
"¿podrá existir química más ideal
que la de estar acompañada siempre
por quien mejor me hace armonizar?",
dicen a gritos.

Las quintas se ven obligadas
a pasarse toda la sinfonía
mirándose al espejo, y así
se ven
aumentadas
de peso;
disminuidas
de carisma.

Las segundas y las cuartas
juegan a las cartas y en un segundo
han cambiado todos los papeles de sitio:
las segundas se maquillan para ser mayores,
las cuartas son justas y no les roban la ilusión.

Los semitonos son los niños mimados,
mimados de verdad, mimados hasta las entrañas.
Auténticamente cuidados y descuidados.
Se meten por los poros de tu piel,
te pellizcan por dentro con buena intención,
no recogen jamás los juguetes, porque
sus juguetes son ellos mismos.

Y todo esto tan sólo
para no olvidar
que son los pequeños lacitos
los que pueden hacer
convertirse
a un día seco de verano
en una Navidad calurosa.



miércoles, 27 de agosto de 2014

Alma

Pueden pensar que me paso las noches enteras
esperando a que algunos grandes del juego de las letras
o de las corcheas y las fusas
- Shakespeare, Juan Ramón Jiménez, Goethe;
Chopin, Tchaikovsky o Granados-
me encuentren tirada en el suelo frío
y me hagan publicar en alguna red social que sus obras me salvan la vida.

Pueden, pero no deben confundir los términos,
pues de la Vida nadie nos salva ni queramos que nos salve nadie.
Pueden sacarnos del pozo del tedio,
de la amargura,
de la mala educación (desde el punto de vista de un niño
que come chocolate a todas horas),
pero no pueden rescatarnos de la Vida ni de la Muerte.

Son la Vida y la Muerte las que nos salvan a nosotros desde el fondo,
y es lo Infinito, lo Absoluto, el escalón más alto de lo Auténtico
que podemos alcanzar cuando aún respiramos y olemos,
el que nos ha dado este cuerpo cual máquina imperfecta
que a su vez nos ha dado todo.

Menos la Vida misma.

Tender

26 de agosto de 2014

Ese grupo de humanos individuos
que en su parecer se esfuerzan
por tu primer puesto en la carrera de la vida,
pero que después te tiran por la ventana del olvido, te empujan
como individuos humanos, realmente despreocupados
por lo importante.

lunes, 25 de agosto de 2014

Románticos

"¿Qué no es poesía?", te pregunto.
No es poesía copiar cantares,
aquellos que hicieron hace unos otoños
llorar y reír a los jóvenes de espíritu,
a los que se sentían reyes de sus jardines,
a los héroes de la guerra y de la vida.

Pero sí es poesía su fuerza interior,
su volcán de historias mudas pero no sordas.

Sí es poesía saborear los hechos,
tragarlos lentamente, que te recorran la garganta
de forma áspera y dulce, como si de miel se tratara.

También es poesía que esas historias,
una vez hayan llegado a la sangre,
como si hubieran tenido siempre allí su casa,
no quisieran marcharse de su nuevo cuerpo.

Gracias al movimiento de sístole,
y sin plagio pero con adagios
de Beethoven o de Vivaldi,
quisieran dedicar el resto de sus largas vidas
a rezar
porque algún día nazcan criaturas
con las pupilas preparadas para captar
toda la Luz del Sol que guardan los buenos libros.

"Braga o Van Gogh"

25 de agosto de 2014

¿Prosa descongelada o poesía condensada?
¿Barbacoa o parrilla?
¿Servicio o soberbia?
¿Superior innato o estudiante de Ciencias?
¿Fresa o menta?


¿Por qué lees?

Menos sonata que soneto

Mi garganta pedía tu voz, luna.
¿Quién no ha querido beber de tu miel?
¿Quién no ha sabido rogarle a tu piel?
Eternidad y efímero, la bruma.

La sinestesia esta noche es oscura;
se esconde para dejar de ser fiel,
quiere ocultarse gracias a sus pies
-el collar de plata aun siendo pura-.

Cuando el calor de tu cuna te azote
en las noches que no sean calurosas,
suelta el abrigo, el dinero y los botes.

Manos viejas, trabajadas, sedosas:
Nunca un cayado de madera y oro
se pareció tanto a un cetro de diosa.

Países

In Gold we trash

sábado, 16 de agosto de 2014

Casa rosa

16 de agosto de 2014

A veces ( quiero llegar a escribir la palabra "siempre" sin presiones atmosféricas)
la angustia viene a verme, se mete en mi bolsa de la compra;
los sábados por la mañana sirven para afinar los prismáticos.
Las oficinas de los bancos, puntos suspensivos...
Se abre un espacio y Claude Monet salta a mis brazos:
¿son más infelices las grandes obras de la pintura que viven en paredes
de los albergues de sus opuestos...
... o las cruces en las habitaciones de los hospitales?
Así como el banco en que estoy sentada preferiría
soportar el peso de un turista de Schönbrunn.
Tengo la Impresión
de que si el Sol no Nace
los Nenúfares no respiran ni beben
y las Flores y los Puentes se marchitan.
(Tampoco todos los lienzos soportan las pinceladas de un dios)
¿Existirá un cristal más opaco
que el de decoración de interiores sin alma?
El cristal muy limpio -con productos químicos- tampoco es ámbar.
Mis almas gemelas
también suspiran en Roma abrazadas a las columnas del Panteón.
¿Qué hace al buen empresario,
el buen trato o el pantalón?

Aspirador y viceversa

De niño, con la mente cual plastilina para figuritas,
os dicen: "para ser dioses hay que decir la verdad".
- ya hablaremos de esto
entre otro tipo de cerveza-
Pues la verdad no es cosa tan divina como os hicieron creer;
son vuestros iris quienes la han hecho manjar de reyes.
Para mí hay más verdad en una perla de agua con cloro
que en una cena romántica de pareja sin principios.

lunes, 11 de agosto de 2014

Vacío

11 de agosto de 2014


El título de una novela
- ¿prefiere usted poesía?-
no es más que el postre
ni menos que el entrante.

Mandos

El techo de tu habitación, sus estrellitas pegadas:
reflejo del lago de tu memoria
y símil de la caja de música cerrada.

domingo, 10 de agosto de 2014

Despertar

30 de julio de 2014

Es atrevido para alguien como el cartero
mirar por la rendija,
asomarse por la ventana;
levantar la persiana, levantar polvo,
levantar a los niños de la cama.

No se trata ahora de poner sobre la mesa
el tema de su sueldo o de su falso peinado,
ni de reprocharle a su madre 
el haberle dejado por sus fallos 
en unos años en los que importaban más 
las estrellas y la ginebra
que el café y la luz del flexo.

Él ahora no piensa en otras plantas
pero sigue viendo la matemática en las ruedas de su carro.

Y cuando lo vemos por las callejuelas
- Roma está todo lo cerca que queramos-
con el humo de su motocicleta dibujamos en el cielo a su dama,
e inventamos un personaje de película.

Es difícil no imitar a los grandes.

Punto y coma

3 de agosto de 2014


Ya ves

qué poca idea de neumáticos tengo
qué derroche de carcajadas
qué cómodo es no contestar
qué forma de cambiar de categoría gramatical.

Qué manera tan austera
de no complicarse la vida.
Pero las aventuras -pregunto-
¿se compran o vienen en el paquete?
La oferta de la vida que nos obligan a ver como una ganga,
cuando es el cuerpo lo que se convierte en polvo de hadas
cada vez que un coche atropella y mata un prejuicio.


Solo de batería

9 de agosto


Sexo sin cosquilleo en el pecho
viajes sin escaparates
- o sin margaritas-
la vuelta en vez de un vaso roto.

Mostaza

6 de agosto de 2014


Los símbolos:
fuente de errores,
de ilusiones tardías,
de muerte temprana del pájaro que no pía;
de mentiras.

Los engaños no son años;
prueba a verter arena sobre el plato
y al final habrás perdido tus zapatos

de tanto deambular.

Vocabulario

7 de agosto de 2014


Incapaz        Inefable
Indestructible
Inexplicable
Indeciso       Infalible

El lenguaje:
el más encantador de los golfos de la discoteca del hemisferio izquierdo
- los vecinos ya no se quejan del ruido-

jueves, 3 de julio de 2014

Leñador o lobo

"¡Se han acabado las frambuesas!", le digo dulcemente desde la cocina.
-hay que cuidar de las maneras como de la madera-
Sé que le asusta la idea de adentrarse en el bosque; no le gusta pensar que, en algún momento,
pueda soltarle la mano para alcanzar algunas bayas que están casi a la altura del humo de la chimenea.
Aunque ella intenta no despistarse, se pierde, deambula y el viento me la roba.
Yo siempre le digo: "Si alguna de estas noches no pudieras estar conmigo para tomar
la taza de té de las once y media, no te des por perdida; confío en que, entre la espesura del verde
noche y el rojo ardiente de la caperuza de tu corazón puedas salvarte de los ojos de los búhos"
Pero yo sé que ella prefiere jugar a convertir sus latidos en campanadas que toquen las doce,
y eso me apasiona, porque aunque se enfríe el té, aunque haga frío fuera de nuestras cuatro paredes, podré encontrarla todas las noches en que ella se sienta aturdida.

Concesivas

Los hoteles de cuatro estrellas:
golosinas esperando a los indecisos
y a los pies cansados.

Se vierte el agua de la botella y se moja el asiento del coche;
deje usted que se empape también
la retina de su hijo

               y que nunca se seque.

domingo, 29 de junio de 2014

Ahora o nunca

7 de junio

Los sueños no son vasos de cristal.
Los sueños se caen, se mezclan con tu ropa,
se van de viaje, se pelean con otros sueños , pasan frío con el aire acondicionado.

Los sueños no se vierten como las copas de vino.

Si un niño sueña, ya puede el mundo entero frenar, 
ya pueden cerrar todas las cafeterías del aeropuerto de Barajas,
ya pueden guardar los ejecutivos su almuerzo en la cartera.

Porque si la mente de un niño ciega los relojes, si el humo se esparce,
entonces es posible que los viajes que tiene planeados el planeta Tierra
se aplacen, y que los comerciantes dejen pasar el agua de lluvia 
por la ventanilla del tren en que viajamos 


                                                              hacia un día mejor.

Verde

16 de junio

¿Por qué me muerdes los ojos
cuando voy a por un trozo
de tu risa?

Me matas y me atas a tus manías;
contraste, melodía.
La risa rosa del amanecer,
el cielo azul en celo
juega con los celos
del mediodía.


Pueblo

29 de junio de 2014

Hay señoras
que pierden los papeles en las colas,
que detestan sus trajes de noche,
que mueren sin el televisor,
que no aprecian ninguna canción.

Hay mujeres
que no saben llevar una falda con estilo,
que no pueden leer una revista sin ginebra,
que no quieren amar sin hacer fuerza.

Hay chicas
sin pulso
sin peso
sin ritmo
sin calor
sin ilusión;

Hay niñas
con pintauñas baratos,
con el rímel pegado a las lágrimas,
con cartas de amor copiadas del suelo,
con cámaras de fotos eclipsadas.

Estoy yo.
Sentada y saltando
de alegría, de miedo.
Porque esta que muere por tus trazos
ya no quiere más que tus brazos.

No sé enamorarme.
Nunca nadie me ha enseñado
a hacerlo
bien.

Verde oscuro


"Todas las familias felices se parecen entre sí; las infelices son desgraciadas en su propia manera". 
  Al igual que desde la ventana de mi habitación veo pasar transeúntes, alguna que otra hoja marrón y papeles pisados que vuelan no muy alto, puedo divisar otro paisaje más profundo sentada en uno de los sofás del cuarto de estar. Siempre que escojo un libro y tomo asiento en mi lugar favorito, mis ojos tienen tiempo para abandonar un momento la lectura y fijar, una vez más, la atención en este cuadro, colocado en la pared. Una casa, un faro, verde, amarillo, y muchos recuerdos... Una familia habita esa vivienda. Asumen su pobreza pero no sus dificultades personales, pues quieren superarlas juntos. Viven, conviven, sobreviven; el color amarillo fuerte del campo que rodea su hogar es el lugar preferido de juego de dos criaturas de seis años. Son felices, o lo intentan, o tienen actitud ¿Y si las familias felices se parecen porque parecen ser felices? En esta casa, junto a este faro, tan originalmente iluminada por el Sol, vive una familia supuestamente desgraciada que tiene un secreto para ser diferente: luchar sin olvidar salir a jugar juntos sobre el prado.
Después de haber contemplado un día más esta obra de arte, miro alrededor y me siento, como siempre, tan dentro de mi familia que nada ni nadie podría robarme esos quince minutos de domingo por la noche. Abro el libro de nuevo.

Notable

14 de marzo

  Como una flor sin pétalos, sin la filosofía, esta vida sería triste, sería un cúmulo de pasiones, de sucesos, de palabras, de hojas sin rumbo llevadas por el viento, de mariposas que no saben cuándo, dónde, ni por qué, ni en qué sentido. 
   Imaginad una vida donde nada tiene una dirección, donde todo fluye y nadie pide explicaciones. ¡Claro que esta idea agrada a muchos de nosotros! Es totalmente cierto. Ahora bien, ¿podemos volar aunque estemos atados de una u otra manera? Por supuesto. Hemos de recordar que tropezamos, que caemos, que incluso paramos el tiempo. Después de la caída las flores ya no son las mismas para nuestros ojos. A veces se convierten en flores distintas y otras veces se marchitan. Pero ¿y si eso tuviera arreglo? Si no podemos evitar caer, miremos las flores desde otra perspectiva. Subámonos a unas rocas y miremos en todas direcciones. Sepamos cuándo detener el tiempo. Seamos capaces de ser libres en un mundo sobre el que no puedes pisar demasiado fuerte por miedo a pegarte al suelo y no poder volar nunca más. Si bien el amor es nuestra más cercana ayuda, sin olvidar la alegría de ser optimista y la importancia de aprender a equivocarnos, recordemos a nuestra amiga la Filosofía. Ella siempre nos ayudará a salvar, no importa cuándo, dónde ni por qué, ese sentido de la vida que ningún hombre querría o debería perder jamás de vista.

Leerte

23 de abril


Infinitivo. Escribir,
Y, si escribo todos los días…
Si escribo en todos los pétalos
Si escribo en cada espina,
entonces, te escribo.  Y
no te olvido.

No hablar en infinitivo más que para esconder
aquello que no puedo haber hecho; dibujar
más letras en tu papel, ahora te quemas
ardiendo y hundido en mi taza de té.

No sé.
No sé qué es la literatura.
Aunque el diccionario y las libretas son ternura,
me asusta lo preciso y me ciega la luz de bombilla
pues las letras son sol, son días, son vainilla.

Tiene, un libro, sabor a lo que quieras;
te deja elegir, la imaginación, el aroma que anhelas
te deja escoger, la libertad, si no le niegas
                                                  escapar.

No sé definir literatura pero puedo
jurar que sin un libro en mano yo
no puedo hacer amago
de seguir creyendo
de seguir oyendo, oyéndote suspirar
a la vez que dejas de llamar
a mi puerta cada noche
a mi ventana del coche, en cada madrugada
                                                 desolada.

Intento poner palabra a lo que grita mi
corazón. Cierto, no lo percibes, es tu pecho
quien lo recibe.

Mis versos no están, palabra, a la altura de tus besos,
Mis rocas no están a la altura de tu boca.
Las hojas de los libros no pasan tan rápido como
las tardes de invierno.

Ellas se detienen. Ellas te retienen.


¿Quiere la prosa aprender a acariciar corazones?, se preguntan las rimas, arrugadas.
Mientras, la tinta intenta no desbordarse, pero el movimiento de diástole vuelve a hacerla más líquida. Ella no es fuerte.
No es fuerte, pero tiene suerte.
Suerte de ganar en la batalla naval del río de la sangre el bolígrafo,
suerte de apreciar lo puro de la mina del lapicero, del primero.
Como el colosal Coliseo que te invita
a no abandonar. Y es que
la electricidad no puede mecerla en sus secos brazos
-Ansío la Luz. Busco tu voz en el cajón-
mas lo artificial resbala en lo fino del corazón
y no cabe entre los suspiros de un abrazo.


La poesía cuida de tus trazos.

Enero

                                                    
    Domingo de invierno. Su despertador  suena muy temprano. Parece  que quisiera que el frío matutino no dejara nunca de llevarle al mundo de sus relatos.
   Sus domingos saben a crema de verduras.
  “¿Y si la ilusión se cansara de acompañarme…?”
   Ensimismado, enamorado  de sus historias, tropieza con el pesimismo y cae su corazón a la olla donde cuece a fuego lento el calabacín.
   Las cuatro en punto. Su corazón sigue hirviendo ante los ojos de su dueño. Pero a fuego lento jamás acabará calcinado.

  Eso quería él: calor suave para mañanas donde el frío no se preocupa por la vida. Aire respirable en aquel apartamento asfixiante; la desoladora historia del canario soprano ahogándose en el plástico de una jaula.