domingo, 29 de junio de 2014

Notable

14 de marzo

  Como una flor sin pétalos, sin la filosofía, esta vida sería triste, sería un cúmulo de pasiones, de sucesos, de palabras, de hojas sin rumbo llevadas por el viento, de mariposas que no saben cuándo, dónde, ni por qué, ni en qué sentido. 
   Imaginad una vida donde nada tiene una dirección, donde todo fluye y nadie pide explicaciones. ¡Claro que esta idea agrada a muchos de nosotros! Es totalmente cierto. Ahora bien, ¿podemos volar aunque estemos atados de una u otra manera? Por supuesto. Hemos de recordar que tropezamos, que caemos, que incluso paramos el tiempo. Después de la caída las flores ya no son las mismas para nuestros ojos. A veces se convierten en flores distintas y otras veces se marchitan. Pero ¿y si eso tuviera arreglo? Si no podemos evitar caer, miremos las flores desde otra perspectiva. Subámonos a unas rocas y miremos en todas direcciones. Sepamos cuándo detener el tiempo. Seamos capaces de ser libres en un mundo sobre el que no puedes pisar demasiado fuerte por miedo a pegarte al suelo y no poder volar nunca más. Si bien el amor es nuestra más cercana ayuda, sin olvidar la alegría de ser optimista y la importancia de aprender a equivocarnos, recordemos a nuestra amiga la Filosofía. Ella siempre nos ayudará a salvar, no importa cuándo, dónde ni por qué, ese sentido de la vida que ningún hombre querría o debería perder jamás de vista.

No hay comentarios:

Publicar un comentario