viernes, 20 de noviembre de 2015

Spiegel

Saltan de Rusia a Groenlandia
gotas de sueño y angustia
de unos ojos antiguos
y juegan a la comba
con las mías, de ilusión con verdura,
sabor oscuro,
de primer plato, verdadera fachada, tú.
Siente envidia el poema en la pizarra,
viene a buscar al mío, que imita ya en sus figuras
el deseo sexual de los adolescentes.
"No" - les digo.
Imítense, jueguen, compartan.
Pero no suban la escalera.
No hay nada
mejor
que el cielo
de abajo.

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