Mis venas
celebran
que soy débil:
se oyen tiros,
explotan
los minutos precalentados.
Mis pulmones
corren tras la tarde.
La última hora
se les presenta translúcida
-calma-
Junto a mi estómago,
naciendo bajo la angustia,
un árbol regado
por lágrimas
que seco
que escondo
que trago
dice que volverá
la primavera.
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