viernes, 29 de agosto de 2014

Clave de sal y azúcar

28 de agosto de 2014

Las sextas son gente de muy buen trato:
no forman sectas,
no bailan con el pijama puesto,
se ponen morenas en la orilla.

Las octavas disfrutan de la simpleza;
"¿podrá existir química más ideal
que la de estar acompañada siempre
por quien mejor me hace armonizar?",
dicen a gritos.

Las quintas se ven obligadas
a pasarse toda la sinfonía
mirándose al espejo, y así
se ven
aumentadas
de peso;
disminuidas
de carisma.

Las segundas y las cuartas
juegan a las cartas y en un segundo
han cambiado todos los papeles de sitio:
las segundas se maquillan para ser mayores,
las cuartas son justas y no les roban la ilusión.

Los semitonos son los niños mimados,
mimados de verdad, mimados hasta las entrañas.
Auténticamente cuidados y descuidados.
Se meten por los poros de tu piel,
te pellizcan por dentro con buena intención,
no recogen jamás los juguetes, porque
sus juguetes son ellos mismos.

Y todo esto tan sólo
para no olvidar
que son los pequeños lacitos
los que pueden hacer
convertirse
a un día seco de verano
en una Navidad calurosa.



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